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PALABRAS SUELTAS
Sobre el papel anidan
versos sin concluir, tachaduras
con diverso rigor,
ideas a medio imaginar,
aturdidas algunas
de tanto ir y venir,
ventanillas de un tren
buscando amanecer,
hacer paisaje.
Parecerían mirarme
en forma persistente,
reclamándome alas
y yo apenas encuentro
algún lecho reseco,
una silueta (lejos)
y cuerdas invisibles
que me estorban.
CAMPOS DE ANDONAEGUI
Giran las aspas del viejo molino
bajo el empuje de una fresca brisa,
lejos se pierde el trazo de un camino,
sueñan mis ojos al dormir la prisa.
Con el favor inmenso del destino,
volví al lugar donde supo la risa
volar sin miedo entre campos de lino,
alfombra azul que hoy mi dicha divisa.
Parece el alambrado un pentagrama
y los gorriones notas en su puesto,
cada lugar es fleco de una llama
que
nunca se apagó. Me siento expuesto
a tanto ayer jugando su porfía
que ya no cabe más en mi alcancía.
DISTINTOS TIEMPOS
Hubo un tiempo de dicha desprovista
de murallas cuidando no
la hirieran,
un tiempo de aceptar lo que la vista
nos daba, sin pensar que nos mintieran.
Hubo un tiempo que
actuó de prestamista
y aunque nuestros mayores lo advirtieran
uno tildó a la voz de pesimista
ignorando la historia
que ofrecieran.
Después, nos llegó el tiempo de cosecha
cuando una clara imagen del espejo
nos devolvió la
vida algo maltrecha.
Así sigue la marcha de un cortejo
que habrá de continuar con esa estrecha
costumbre de
ignorar el buen consejo.
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EL CIRCO
Ha llegado un circo a nuestro poblado
pregonando al paso algunas
destrezas.
Instaló su carpa en un descampado
que mostraba sólo basura y malezas.
Los pequeños miran con rostro
pasmado
como algún payaso oculta tristezas
y luces colgando en cada costado
y fieras rugiendo ausentes fierezas.
Acrobacias, risas, riesgos, alegría,
tres caballos blancos de mágico andar,
regalaron algo: sana algarabía.
Hoy quedó un terreno que habrá de volver
a la vieja historia que supo rodar:
un yuyal la vista, lo mismo que
ayer.
DOÑA MARTINA SOL
Lleva siempre los ojos
como manos abiertas
intentando ser parte de aquello que divisa,
soberana sin trono del lugar que se encuentra
no
hay muro que detenga la luz de su sonrisa.
Es una noria alegre, sus juegos no claudican,
solidaria y por ende,
sensible que –de prisa-
manifiesta su enfado, su alegría o su alerta
con la misma frescura que conlleva la brisa.
No le pidas milagros ¡Que permanezca quieta!
¡Es pretender que el miedo no bordee una cornisa!
Piensa algún
nuevo juego, invéntate una treta,
haz que se sienta útil de manera precisa.
Cuando llega la noche aparece en cubierta
el despertar del sueño y el enojo que avisa:
es momento indicado a la mejor oferta
¡Biberón y a la cama! Solución
indivisa.
RETIRO
Retiro es un crisol donde
se funden
feriantes, pasajeros y palomas;
lugar en que los ángeles confunden
riqueza, mezquindad, hedor, aromas.
Un puerto a media luz hace que abunden
postales que escribieron mil idiomas,
historia entrelazada que hoy
difunden
fantasmas sin edad y sin diplomas.
Es verso de algún tango que perdura
bodegón y almacén, Recova
oscura,
siluetas de cristal rasgando el cielo.
Manzanas con pochoclo y caramelo,
la torre de un reloj casi
olvidado
y un ayer sin igual, hoy postergado.
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