HAY PRESAGIOS QUE AL FIN SE HACEN MILAGRO
Hay gente que acostumbra, en su porfía,
a creer en la verdad de lo posible;
que logra ver al Sol en los limones
y andar de pies descalzos sobre un sueño.
Hay gente que ha cambiado las lianas
-prisión de los instantes sin estreno-
por sones que convocan a los ángeles
y espigas de algún pan desconocido.
Hay gritos que se ahogan en si mismos,
murmullos que cruzaron los océanos,
abrazos que entibiaron, sin saberlo
y presagios que al fin se hacen milagro.