CONFESION INTIMA
Cómo no emocionarme
si es que tengo
un fruto no soñado entre mis manos?
Cómo no emocionarme cuando llega
la voz de los amigos a mi
mesa?
Cómo no emocionarme si una Dama,
portando su ilusión como estandarte,
reparte el corazón entre las hojas
del libro que humedece mis sentires?
Cómo no emocionarme cuando veo,
entrelazados, versos de poetas
con
quienes me separa la distancia
y me acerca la luz de las palabras?
Cómo no emocionarme compañeros
si el mundo
es un sinfín de diferencias
y aquí, Vida, Amor, Suerte y La Muerte
son una realidad que nos hermana?
A QUIEN LE IMPORTA?
Tendría unos diez años y la urgencia
de echar su delantal a los leones,
castigo de una ingrata adolescencia
que a pocos importó dar soluciones.
Producto natural de una secuencia
nacida en las peores condiciones,
jugaba a hacer pedazos su inocencia
endureciendo adentro sus facciones.
Atento a los descuidos regresaba
soltando sus primeras correrías,
como robarle fruta al verdulero.
Tras el paso insensible de los días
se ha vuelto realidad lo que pensaba:
hoy ví que lo llevaba un patrullero.